El aborto se ha convertido en un tema bastante polémico en nuestra sociedad. Muchas personas están en contra de esta práctica por motivos religiosos, culturales o simplemente porque están a favor de la vida por encima de cualquier circunstancia. También está la otra cara de la moneda, existen muchísimos grupos de personas que están a favor del aborto, realizan diferentes campañas para ser apoyados y con el tiempo ha tenido avances significantes, tanto que algunos países como el nuestro, el aborto es legal en ciertas circunstancias. Considero que todas las opiniones sobre este tema son respetables pero más que ir en contra o a favor del aborto voy a favor de la libertad, de la autonomía y de la libre expresión de cada ser humano.
Creo que vivimos en un país gobernado por personas hipócritas, un país en donde está legalizado el alcohol, pero no las drogas. El alcohol también es una droga, el alcohol cambia radicalmente los comportamientos de una persona, el alcohol produce diferentes enfermedades que mata a millones de personas cada año y sin contar los accidentes que este provoca. Pero ¿por qué este si está legalizado? Vivimos en un país en donde para el estado el legal matar a personas inocentes para luego mentirle al país mostrándolos como terroristas, pero este mismo estado que nos irrespeta en cada instante en cada momento no puede respetar la opinión, la libre expresión y la libertad de qué pueden hacer las mujeres con sus cuerpos.
El aborto debería ser legal en cualquier circunstancia: poniendo o no poniendo en riesgo la vida de la madre, estando o no estando deforme el bebé dentro de la madre, haya sido producto de una violación o haya sido fruto del amor. Creo que las personas estamos en la capacidad de decidir que está bien o que está mal, que nos conviene y que no nos conviene pero sobre todo en la libertad de hacer con nuestras vidas lo que queramos, eso sí, asumiendo las consecuencias de dichos actos. El aborto no es bueno ni malo, simplemente es autonomía de qué hacer con la vida.
